miércoles, julio 06, 2022

mi dulce guardado

 Quiero cubrir tu existencia de amor, aunque me digan loca.

Repasar con mis memorias cada rincón de tu cuerpo y

llenarlo de luz, de luz dorada como la del atardecer que nos

hace lucir radiantes como el oro. Este amor que tengo es tan

mío, que nadie me puede impedir darlo a manos llenas,

aunque no lo merezcas. Quiero envolverte como un

caramelo, con mi amor celofán. Llenar tu recuerdo de amor

para que no me duelas. Eres una gran pieza en este

rompecabezas de mi vida, también me dejaste cosas que me

harán ser una mejor mujer aunque ahorita no pueda verlo.

Nadie se va sin dejarnos algo y sin Ilevarse algo, así es el

equilibrio en la vida. Te voy a cubrir de miel, chispas de

chocolate y crema batida, para no morir de amargura. Todo

el amor del mundo para ti, hasta que un día vuelva, ya no de

tu corazón, sino transformado en algo o alguien, insisto,

aunque ahora no lo entienda.

-Mercedes Reyes Arteaga

contigo aprendí

 Recuerdo haber llegado al mar y tu mano tibia sobre mi

espalda baja. Tus dedos verano tostando mi piel de invierno.

A lo lejos, las nubes del huracán anunciaban su llegada. Me

dijiste que hacía muchos años no venían huracanes a tu

tierra, que yo había traído el viento y la lluvia. Yo sólo

recuerdo los 40° grados con los que la península me recibía.

Tu tacto tibio hacia contraste con tu lengua siempre fría, tría

por la cerveza, por el vino, por el helado de frutos secos, por

mi condición de mujer montaña, mujer neblina, mujer del frío.

Decías que tenía los ojos tristes, contigo descubrí que

puedes querer mucho a alguien aunque te ponga triste, y

aunque a veces te caiga mal. Ojalá supiera irme a tiempo,

ojalá aprendiera a no volver y si lo hiciera, fuera sin dolor. Así

como ahora, que ya no siento nada. También pasaste, todo

pasa, aunque llore en el proceso.

-Crónicas, Mercedes Reyes Arteaga

separaré mis sueños rotos

 Y si me olvidas, no borraré las estrellas, ni taparé el sol con

un dedo. Las rosas quedarán intactas, las letras quedarán

ahí por siempre. Con mis manos separaré los sueños de la

realidad, desmenuzando mi corazón para ponerlo en el telar

de la vida. Si logras olvidarme, si logras borrar de tu

memoria el vestigio de mi paso por tus días, las canciones

seguirán sonando, tú seguirás bailando y tus labios seguirían

besando igual. Si logras arrancar de tu cuerpo mis miradas,

de tus oídos mis palabras y de tu corazón mi cariño infantil.

Si me olvidas y ya no queda nada de mi en tus días y mí

nombre se vuelve el polvo de tu desierto, entonces esa parte

de mi, que te dejo entre las pestañas, habrá muerto. Y esa

mujer que conociste, con sus muecas y sonrisas, con sus

letras y caricias, desaparecerá, pero se quedará conmigo,

junto a la versión del amor que te he tenido. Porque, yo no

sucedo dos veces, porque mi cariño no se vuelve a repetir.

fui yo la que rompió sus expectativas contigo

 "Yo me rompí sola, no fueron tus manos, no fue tu boca. La

verdad no rompe, la verdad libera, tú no me rompiste,

porque aunque soy de barro, tengo alas y yo decidí caer sin

aletear siquiera, me estampé fuerte contra el pavimento de

tu egoísmo. Tú no rompiste mi corazón, yo rompí las

expectativas de un amor ideal. Tú no me rompiste así que me

voy a reparar sola.

Nadie lamerá mis heridas, nadie tiene la obligación de sanar

lo que yo misma me causé. Empezaré despacio, cosiendo

mis alas y reconstruyendo la capacidad de asombro. Es una

encomienda egoísta tratar que alguien más arregle mis

despojos. No cierro la puerta, no me niego oportunidades, si

por la noche alguien más quiere besar mis dedos al notar

que han enrojecido por la aguja e hilo con que remiendo mi

alma, no pecaré de orgullosa y lo permitiré, pues los abrazos

son necesarios cuando uno se encuentra medio roto y

desubicado. Yo me arreglare sola, porque me amo."

Soy responsable

 Para ti siempre es más fácil echarme la culpa. Alardear con

mi falta de humor ante tus bromas que hieren.

Decir que soy imposible, mofarte de mi carácter que según

tú "no comprendes".

Que si me dejaste aquella ocasión fue porque yo fui la

culpable, que soy experta en complicar el amor, que levanto

una torre gigante y para ti es más fácil decir "adiós

que

arriesgarse.

Cariño, por favor, hablemos de verdades, todas tus excusas

son de gente cobarde. Un niño caprichoso que no obtuvo lo

que quiso, siempre usando violencia, abuso tras abuso.

Crees que amar es así, un juego tonto de egos, donde

puedes tener dos mujeres ¿Qué te pasa? ¿Quién te crees

que eres?

Ahora entiendo que si, soy dura, áspera y seca. Para ti no

hay ternura, para ti no más puertas abiertas.

Soy una navaja doble y corto por todos lados, no me

abraces, no me toques ¿no miras que me haces daño?

Soy la princesa de la torre, si, de la torre más alta. No estoy

presa, no pido auxilio. Ni en peligro, ni indefensa.

No quiero tu amor quimera, ni tus alegatos de héroe. No me

rescates, no subas, no trepes.

Estoy bien sin ti.

No me gustan los dobleces.

La salina

 Es cierto que estoy rota, ya lo he estado otras veces

Siempre he tenido fugas, pequeños huecos por dónde sale

agua y otras veces se cuela el sol. Creo que sí lloro de más,

convertire mi habitación en mi propio Guerrero Negro.

Deberían llamarme "La Salina". Me ha costado comprender

que todo aquello que he perdido me ha salvado de sentir

más dolor. He visto pedazos de mi corazón hechos polvito y

hay partes de mi psique que tiene moretones y mordidas,

pero no quiero ser la bruja masoquista que se la pase

tocando la herida y echándose culpas por algo que jamás

estuvo bajo su control. Habrá días en que no agarre la aguja

y el dedal y me dedique a contemplarme rota, pero los días

buenos, cuándo me siente con amor a reparar lo que esta

rasgado, lo haré con paciencia, té y canciones que no me

duelan. Nadie duele para siempre, tú tampoco lo harás y

pasarás como el cambio de estación, sin que lo note te

habrás convertido en ese recuerdo que no colocaré en el

tocadiscos, tu lugar será en la repisa de los objetos que no

se tocan, pero que no se tiran porque me formaron. Como un

vestigio de una mujer que amo, otra yo, pero ya no seré la

misma.

Seré la que te amo con todo su ser

 Siempre voy a ser esa ¿Sabes? La que no aprendió a querer

poquito, la que se desborda en un abrazo, que se entrega en

un beso, la que te declara su amor en un poema de 20 líneas

y doscientas letras. La que te quiere con todo lo que tienes y

que tal vez no debería. Pero estoy harta del "deber". Estoy

cansada de que me digan cómo querer, como dejar de

querer, a quien querer. Porque esa no soy. Yo quiero hacer

de mi amor lo que me dé la gana y darlo y repartirlo, porque

no se acaba, no se gasta. Por eso quiero decirte, que cuando

tú y yo, no estemos más y me recuerdes en la lejanía y

cierres los ojos, pienses en el día en que te invité a mi vida y

te abrí las puertas de mi corazón, sin fiestas o confetis, pero

si con un latido tibio y sostenido, único para ti. Por mi parte,

te lo he dicho ya, en soledad pronunciaré tu nombre bajito,

leeré el libro que te escribí y rezaré por ti. Pero por ahora,

quiero que sepas que yo soy esa, la que te piensa, la que te

quiere, la que se entrega, la que te extraña, la que te sueña,

yO.

-M. R.A

Elijo quedarme conmigo

 Elijo quedarme con los que se quedaron conmigo. Elijo mi

paz sobre cualquier amorío. Elijo el café a solas, el orgasmo

matutino, el beso de mi madre o de mi mejor amiga.

Elijo soltar y viajar ligera. Elijo la fiesta de cumpleaños, sin

que seas mi deseo al soplar las velas.

Elijo maquillarme con sonrisas, tomar suficiente agua, dormir

a mis horas.

Elijo amar sin ataduras, sin dictaduras, sin clausulas. Elijo

quedarme conmigo, acompañarme, entenderme y

abrazarme.

Elijo quedarme con los que se quedaron conmigo.

Reconstruirme de nuevo

 ¿Sabes? Lo mejor de haber estado rota tantas veces, es que

aprendes con maestría a reconstruirte desde las ruinas.

Aprendes que bordes no tocar, para no herirte de más.

Reconoces que canciones no oír, que palabras no

pronunciar. Ruegas menos, lloras intermitentemente y no

dejas de comer, porque ahora sabes que no vas a morir. Te

duele, pero ya no sangras a cada rato, ni te lames las

heridas. No preguntas a cada segundo ¿Hasta cuándo estaré

así? Sólo sabes que todo pasa y aprendes a tenerte más

paciencia, porque vaya que mereces ser paciente contigo,

más que con cualquier otra persona. Disfrutas las duchas,

los orgasmos a solas, el vestirte para ti, el desnudarte para

ti, el quererte tanto que las flores te empiezan a crecer por

dentro.

¿Sabes? Lo mejor de haber estado rota tantas veces son los

atardeceres en que ya no suspiras con tristeza, que ya no

gimes de dolor antes de cerrar los ojos y dormir, aprendes a

callar para escuchar lo que te quiere decir el corazón. Lo

mejor de haber estado rota tantas veces, es que el

rompecabezas se arma solito, solo te sientas a esperar a que

la vida decante todo aquello que no te dejaba ver claro y ahí

está, la respuesta oportuna, nada pasa por casualidad, todo

es parte de un proceso.

- Mercedes Reyes Arteaga

Te amo pero seré feliz sin ti

 Quiero pensar en todo lo bueno, en lo que he ido

recuperando de a poco. En mis pasos más firmes, en la

fuerza que va regresando a mis brazos, en los golpeteos

menos frenéticos de mi corazón. He decidido echarle un

vistazo al pasado, he reconocido y aceptado todo el dolor

que sentí. Porque el dolor nos quiebra la voluntad, es el dolor

mismo el que nos hunde. Así que pensé en Dios, en el

universo, en las leyes físicas, en las energías, en todo

aquello que maneja con hilos invisibles la vida, pensé en eso

y yo en medio, cayéndome a pedazos. Intentando sostener

cada retazo con todas mis fuerzas, pero la vida no se trata

de sostener con fuerza, se trata de acariciar con amor y

soltar, soltar lo que no sirve, lo que ya no quiere estar, lo que

queremos pero no puede quedarse. Entonces si, me estoy

desmoronando, pero también estoy germinando, como la

pintura vieja que se bota en la pared y la deja lisa para que

se pinte de otro color, así me siento. Hay partes húmedas,

huecas, rotas, hay piezas perdidas, heridas y también

moretones. Pedazos dónde no entra la luz, pero ya no le

temo a la oscuridad. Ya se me olvidó cuántas veces me he

reconstruido, pero recuerdo a la perfección como hacerlo. Es

que a todos nos da miedo la destrucción, cuando

deberíamos amar el proceso de crear algo nuevo con lo poco

que queda de pie.

todo pasará

 Corazón mío:

He pensado en lo mucho que me dolerá decirte, adiós.

¿Sabes? Está complicidad a ciegas, este deseo tan mutuo,

está confianza de corazón a corazón, no la lograré con nadie

más.

Sé que va a doler, porque el aguijón de tú ausencia ya se me

clavó una vez en el alma y lloré 30 días con sus noches.

Me conoces a la perfección, sabes cómo encender mi risa en

los días más nublados. Ahí, en tus ojos color chocolate

amargo, existe un refugio para mí melancolía recurrente.

Cuánto te amo, cuánto me dolerá desprenderme de ti.

Porque mi alma ha besado a tu alma de principio a fin. Estoy

segura que ya nos conocíamos, esa sonrisa es a prueba de

olvido.

Hoy escribo esto, aún con tu voz adormilada haciéndome

caricias en los oídos.

Te voy a querer mucho, tanto, tanto. No es promesa, pero

me conozco. Esto jamás fue de cuerpos, esto siempre fue de

almas.

-Mercedes Reyes Arteaga

Faltaba amor

 Cómo te explico que estar por gratitud no era amar. Con el

transcurso de los días, entendí que el agradecimiento que

sentía no se iba a convertir en cariño y tú mereces que te

amen mucho, que se la jueguen por ti. Que te tengan

paciencia, que te tomen de la mano y te lleven a conocer

Paris en tu cama, mientras cierras los ojos y te dejas venir.

Que no había amor de este lado, que agradezco tus

cuidados, pero no es suficiente. Que como dice Tanya

Libertad "a la unión de nosotros le hace falta carne y deseo

también". No quiero ser la tirana, ni que seas mi premio de

consolación. Te mereces todo lo bueno, todo lo hermoso,

todo el amor. Y ahora me voy, porque no puedo darte lo que

mereces y estar medias, no es estar.

Contigo me hubieran gustado los hijos, la casa y la boda
Pasear a los perros después de las 6 y prepararte el
desayuno.
Contigo me hubiera gustado el cuento de hadas y la película
porno.
También tu cuarto con la consola Playstation y mi estudio
lleno de libros.
Contigo me hubiera gustado ir al fin del mundo para
amanecer en tu cuerpo.
Ponerme las botas, subir la montaña, cruzar el río, caminar
hasta que nos dolieran los pies y besarte hasta quedarnos
dormidos.
Pero aquí estoy, escribiendo estas líneas, muriendo por no
tenerte y tú allá, haciendo con alguien más todo lo que yo

deseé para nosotros.
Porque yo escribof poesía y tú la vives mi amor, muy a mi
pesar, muy a tu fortuna.
-Mercedes Reyes Arteaga

sábado, julio 02, 2022

Lo que fue no será

 Te ofreci lo áspero de mis horas, el silencio
indestructible de mi boca y cada borde de mi
cuerpo como afiladas hojas de cuaderno entre
tus dedos de grafito.
Te di un café amargo, lo inaccesible de mis
días, el temor de mis sueños y la indiferencia
de mis ojos que se pierden más allá de
cualquier lugar donde pudimos ser o estar.
Te regalé mis enojos, una fuente de lava
ardiente y mis letras que gritan clamando una
paz que hace mucho dejé de darte.
Me dices "malvada", "bruja",. "cruel";
reclamándome que te causo daño como un
cristal hecho trozos entre tus manos, presa de
la fuerza con que me has sostenido mientras
te hago entender lo mucho que te quiero.
Asfixias mis ganas de quererte,
acabas con mi paciencia.
Te brindo lo agridulce de mi lengua y un
corazón a medio latir.
Te ofrezco lo que pocos se atreven a dar, lo
que soy; la honestidad y la frialdad de mis
momentos bajos, la marea roja de una herida
que no sabe ser cicatriz, que solo sabe doler.
Y olvidaste que esto y eso, también soy yo;
árida, distraída y egoísta, pues es otra forma
de quedarme desnuda ante tí, libre de dogmas
y paradigmas sin actuar como la "paloma
bonita" que me obligaron a ser.
Te di mis bordes filosos, sangré tus labios y me
dejaste ir, por tu bien .y para mi fortuna.
- Ana Beck
Del libro: Ninfomántica.

¿A qué estamos jugando ?

¿A que estamos jugando?
Esta clausula de olvido mutuo, olvido que no se concreta.
¿A que estamos jugando?
Intentando llenar los vacíos que nosotros mismos nos hemos
causado, por indecisión, por miedo.
Hemos sido tan cobardes, preferimos huirle al destino y no
tentar la suerte.
No nos arriesgamos a dejarnos, pero tampoco nos
arriesgamos a tenernos para siempre.
Olvido disfrazado de amor, de preocupación, de interés.
Olvido sin olvidar, olvido que te recuerda a cada instante,
olvido pintado de caricias y sueños que se niegan a morir en
mi mente.
¿A que estamos jugando?
Tú cerrando los ojos y huyendo de tus pensamientos que me
nombran y yo, abriendo los ojos porque al cerrarlos te veo
inmediatamente.
Jugamos con fuego cariño, jugamos y nos estamos
quemando y aun siendo cenizas... te juro que no vamos a
olvidarnos."

- Fragmentos de no sé qué, Mercedes Reyes Arteaga

quemando y aun siendo cenizas... te juro que no vamos a

olvidarnos."

- Fragmentos de no sé qué, Mercedes Reyes Arteaga

Mi corazón no es de porcelana

 ¿En serio piensas que lo vas a romper?

¿De verdad me tratas con "cuidado" porque piensas que

puedo quebrarme en cualquier momento?

Mi amor,

mi pena,

mi verdugo.

Hace 160 días, que me clavaste entre costilla y costilla, una

daga que me partió el corazón en dos, pero no en pedacitos.

No en finas piezas, no en migas, no en moronitas.

Qué mi corazón no es de cristal.

Qué mi corazón no es de pan.

Qué mi corazón no es de porcelana.

Qué está hecho de mi carne, sangre de mi sangre y de la

sangre de mi madre y de la sangre de mi abuela.

Y si, me levanta la angustia tempranera y la ansiedad que me

sube por la garganta como una marcha de hormigas.

Aquí ya no hay miel, solo quedaron las abejas, con su

zumbido taladrando mis orejas.

He intenté odiar los sábados.

He intenté amar los domingos.

Pero no me salió el truco.

Y te sigo amando, partida a la mitad, más no te amo el doble,

con el otro pedazo te estoy olvidando.

No vas a romperme nada.

No me trates con compasión.

Cierra la puerta de un jalón.

Aparta tu boca de golpe.

Llena mis oídos con tus adioses, aún sin pronunciarlos.

Qué no me has hecho el corazón añicos.

Qué nomás me lo partiste en dos y sé muy bien como

arreglarlo.

-Mercedes R. A-