viernes, agosto 16, 2013

GAIA l

Siempre quise que la angustia fuera agua; que todo el dolor que produce la falta de oxígeno en la alegría, en vez de convertirse en desesperanza, formara pequeñas gotas para sí poder dar nombre y tamaño, a ese dolor que alicata las paredes del estómago cuando sabes que ya no hay marcha atrás. Siempre soñé, que la alquimia de la esperanza, transformara este miedo en gotas de sudor, que al resbalar por mi frente diluyera esta angustica que ya me ha ejecutado...

Y ahora que sé que mi final se acerca, quisiera que se evaporara este mal que tiene mi libertad secuestrada, que se evaporara con el calor de un abrazo o con el lienzo de un te quiero. Esa libertad que siempre me dió "besos de usted" y que nunca me prometió amor eterno. 


La libertad es un estado pasajero del alma, y todos morimos un poco cada día... 


Txus Di Fellatio (El Príncipe de la Dulce Pena )

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