Hasta el viento me habla de ti
Los
vientos de Julio susurraban tu nombre llegaba hasta mi, suave y
tembloroso como una caricia tímida, cerraba mis ojos y me encontraba con
los tuyos mirándome quizás el alma y entrecortando mi respiración…
Bienvenido seas pues a mis melancolías, al despuntar el alba a mis
tardes nubladas, bienvenido seas hoy, mañana y cuando menos te espere…
(La dama del amanecer)
No hay comentarios:
Publicar un comentario