el mundo me pertenece

Me gusta la idea de que ha tenido más libros que  redes sociales, que ha leído desde  Coelho  y hasta Einstein, que conoce las  urbes más enigmáticas  del mundo, como calles empedradas  y polvorientas, localidades rodeadas de palmeras y oasis. Que me puede llevar a noches acolchonadas, suculentos manjares, cálidas madrugadas, despertares con sabor a café. Me encanta verle fijamente a los ojos y poder  mirar lo que lleva dentro, escuchar su voz y saber que me da  la paz que necesito, suspirando siempre con ganas de tenerlo cuando se encuentra  ausente.                     
Hay días en que puedo pasar las horas  pensándolo, por las noches mirándolo entre sueños, hasta despertar embelesada de él.
Trasbordo con él entre paginas y letras, entre tinta y mensajes, entre charlas y llamadas entre sueños y soliloquios. Ah! que bien se siente desearle las buenas noches al terminar una larga conversación, pero cautiva y seduce más tenerlo cerca y saber que el mundo me pertenece,  cuando rodeo su cuerpo con mis brazos.

 (la dama del amanecer